miércoles, 8 de junio de 2016

Ceniza en la mano de Leopoldo María Panero



El hombre es sólo un poco de ceniza en la mano
¡Oh!, tú mi amada, mi esposa.... la ceniza
Mi sombra que baila en el espejo
Y que susurra extrañas canciones al viento
He fumado con mi padre y con un espectro
¡Jamás lo olvidaré!
Mientras moría por vosotros
Porque la luz no es nuestra
Es del otro la mano
Es del otro el ruiseñor de la muerte
Es del otro el espejo
Y el dedo atroz del viento
Y al final de la película
resultó que nosotros éramos los muertos
y que la única verdad era la muerte
con la mayúscula atroz de la vida
con el delirio sin nombre de la vida
que tiene por frente el dolor y por palabra la vida
la vida que no es vida como un gigante pálido
cayendo sin ruido sobre los hombres.