Él
venía de una semana de trabajo en el campo 
en
casa de un hijo de puta y era diciembre o enero, 
no
lo recuerdo, pero hacía frío y al llegar a Barcelona la nieve 
comenzó
a caer y él tomó el metro y llegó hasta la esquina 
de
la casa de su amiga y la llamó por teléfono para que 
bajara
y viera la nieve. Una noche hermosa, sin duda, 
y
su amiga lo invitó a tomar café y luego hicieron el amor 
y
conversaron y mucho después él se quedó dormido y soñó 
que
llegaba a una casa en el campo y caía la nieve 
detrás
de la casa, detrás de las montañas, caía la nieve 
y
él se encontraba atrapado en el valle y llamaba por teléfono 
a
su amiga y la voz fría (¡fría pero amable!) le decía 
que
de ese hoyo inmaculado no salía ni el más valiente 
a
menos que tuviera mucha suerte.
 
